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viernes, 3 de febrero de 2012

Mar de alegría

Creemos muchas veces que la infancia es por naturaleza blanca como la nieve. Pero ya hace siglos, San Ignacio alertaba: "Amad a los niños como a los ángeles y cuidadlos como a demonios". Jesucristo dijo: "Dejad que los niños vengan a mí por que de ellos es el reino de los cielos".

La niñez indudablemente requiere sumo cuidado ultimamente, pues lo que pase en la pubertad tiene infinitamente mayor trascendencia que lo que pase en la juventud "La infancia hace el destino" afirman algunos médicos psicoanalistas. Nuestros primeros años nos dejan marca de fuego que no desaparece nunca. Hoy le dimos una sorpresa a Hania y a Bhayrón. Nos pusimos a esperarlos . A las Diez de la mañana con cincuenta y cinco minutos llegaron a casa. Pero venian con sus padres . No sé que tan tristes estaban en estos últimos días; lo cierto es que ellos reían sin trabas, realmente reían con dulzura y con ello yo también era contagiada de aquellas risas desbordadas. ¿Desdé cuándo yo había dejado de sonreír? Nos metimos a la sala, los dejé pasar y después empecé a platicar con ellos. Me sentia tan feliz que la casa de mi abuela estubiera llena de alegría en un par de segundos. Pero quizás me sentia así porque tengo conciencia de que hacia años que en la casa ya no habia niños jugando en el pasillo o en el patio, el mar de alegría se había desbordado y junto con ello abrazaba a los pequeños y los besaba por un buen rato. Eso es la felicidad, me decia a mí misma, y no tratar siempre que la sonrisa sea fingida como solemos hacerlo en ocasiones. Porque en el fondo todos tenemos aún algo de sinceridad en una sonrisa,abrazo, beso, palabra, los niños son espontáneos al expresar su alegría. Llueve a baldes de alegría cuándo los niños hacen presencia. Se había ido la tristeza y el sabor amargo de la semana. En realidad yo jugué, grite, salté, camine. Quedé por un rato fatigada de tanto jugar con ellos. De poco a poco me fui calmando y a la media hora me encontraba de nueva cuenta envuelta en risas y juegos con los pequeños. Fui a la cocina, servi enchiladas suizas, y comimos para después mirar el maravillos sol espléndido. Fuimos al cine sus rostros contagiaban su emoción de entrar ya a ver la película. Sí antes tenia miedo de parecer una niña hoy ya no lo tengo ya que ellos me dieron una gran lección y es la de ser feliz ante cualquier situación.

Hoy Hania cumplio años sé que nunca me olvidare de esté día ya que volví a ser niña y junto con ello aprendí que debo llevar a mi niña interna todos los días ya que nunca sabré a ciencia cierta quién se enamorara de mi sonrisa.