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lunes, 13 de agosto de 2012

EL PERDONAR ES OLVIDAR


¡Ya me las pagarás...!

¿Qué ganamos fomentando el rencor por alguien? La verdad nada aunque la mayoria pensamos, lo siguiente: ¡Ah, sí, ya sé!: llega a nuestra mente que algún día se nos presentará la oportunidad de vengarnos. Mas, entre tanto, trato de reflexionar en que estoy haciendome un cruel daño a mi misma. Perdere muchos día de luz por estarme atormentando, mientras que la persona o las personas que me ofendieron probablemente la estarán pasando bien.

Entiendo que el rencor es un veneno para el alma, es una forma de suicidio.

Hay quién vive para vengarse. Pero no tardará en volver la amargura contra sí y destruirá su propio ser, tú ni yo ni nadie querriamos ser nuestra propia victima, ¿verdad?

El rencor es un sentimiento de justicia, pero echado a perder por la cobardía, la hipocresía y la amargura de la impotencia. Perdonar es olvidar "la venganza sólo alberga en las almas plebeyas". Decia Víctor Hugo.

El saber perdonar y olvidar de veras, es lo necesario para que no se nos ensombrezca la existencia. Hay que considerar que de injusticias, atropellos, menosprecios, ofensas, despojos, está plagado este mundo. Y que no nos daríamos abasto para castigar cuanto daño nos hacen. Descubrí un día que el mejor modo de acabar con un enemigo era haciéndolo mi amigo. ¡Qué buenos resultados he obtenido! Tengo amigos a quienes adoro -y soy bien correspondida-, que empezaron haciéndome algún daño de dimensiones considerables. A veces nos agrada recordarlo, reímos a carcajadas y me permiten darles manazos de castigo.

Dejemos mejor la venganza en la justicia de Dios. Y no obremos como entre primitivos, donde el ofendido se toma la venganza por su mano. Así como lo menciona el viejo refrán que dice: "Ojo por ojo, diente por diente". Mejor aprendamos algo muy sabio: "Nunca te dejes ganar en generosidad". Cuando el rival nos tienda la mano, nunca respondamos negándole la nuestra: a su mano estendida respondamos abriéndole los brazos y estrechándolo fuertemente haciendolo así, cambia el sentimiento de venganza por el de la comprensión.