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sábado, 28 de enero de 2012

¿Cómo enfrentar la muerte de un ser querido?

El 25 de enero, a las nueve de la noche con cincuenta y tres minutos, sonó el teléfono. Rodeada solo por los perros, brincoteando, ladrando, contesté el celular. Una voz de mujer me dijo: "¿Bueno, están en casa? Inmediantamente reconocí la voz- Sí. Contesté de inmediato y dijo: Mira, esté hablo por que tengo. Una mala noticia,. Verdaderamente una mala noticia ."La tia Ángela falleció esta tarde"

En el primer momento no quise entender. Tia ángela no era nadie, no era la tia concha "Falleció", dijo la voz de mi Tia Isa. La palabra es un asco total. Falleció significa un tramité: "Una mala noticia, sobrina", habia dicho yo. ¿Qué? ¿A que sabe una mala y amarga noticia cómo puede ser posible de poder destruir el futuro, el rostro, el tacto y el sueño? Lo único que no entiendo es: "Falleció la Tia Ángela", algo tan insoportablemente fácil como eso. Seguramente se estaba secando las lagrimas. Y eso también era triste. Fué por eso que cometí algo tan horrible. Con la mano derecha aleje el celular y dije lentamente: "¿No puede ser, mi tia, mi tercera madre no es? No recuerdo bien. Me parece que del otro lado del teléfono preguntó varias veces: ¿Bueno me oyes? Y yo también dije varias veces : "¿Por qué de nuevo, no es posible esto de nuevo? Entonces corri a la galera y mi padre hablo. Creo que me bloqueo la noticia mi padre tomo mi teléfono y empezo a charlar con su hermana. Apenas si podía yo respirar. Sentí como si un balde de agua fría, me hubiese caido encima. En el fondo de mi misma hubo una voz desconocida que dijo: "Ha sido un choque emocional" y otra voz ésta sí conocida, la de mi hermana, que se puso frente a mí y dijo: "Tranquila ella ya descansa." En esa nebulosa de sonidos, había también sollozos de ella, la explicación de mi padre sobre el misterio de la muerte, y las rituales instrucciones a seguir para que se apoyara a sus hijos de mi tia abuela quienes debian estar mucho más desechos que yo. Al fin baje, entre al cuarto de quién fué mí abuela y consegui sentarme.

"Falleció", porque eso suena tan ridículo, tan frío, tan lejos de la Tia Ángela, que no puede herirla, no puede destruirla.

Entonces, cuando estaba en casa sola en el cuarto de mí fallecida abuela, cuando hasta mi pobre hermana me retiró el consuelo del silencio, moví los labios para decir: "Murió. Mi Abuela, Tio Ray, Tia Ángela, porque murieron", porque murió es la palabra, murió es el derrumbe de la vida, murió dijera un libro viene de adentro, trae la verdadera respiración del dolor, murió es la desesperación, la nada frígida total, el abismo sencillo, el abismo. Entonces, cuando moví los labios para decir: "Murió", entonces vi mí inmunda soledad, que había quedado de mí, que era bien poco. Con todo el egoísmo de que disponía, pensaba en mí misma, enremendada ansiosa que ahora pasaba a ser. Pero ésa era, a la vez, la forma más generosa de pensar en ella, la más total de imaginarla a ella. Porque hasta el 25 de enero justo a las nueve de la noche con cincuenta y tres minutos yo tenia mucho de la Tia Ángela "Conchita" que de mí. Ella había pasado a ser una confidente algo más que mi tia, como un río que se mezcla con el mar y al final de de tanto ser dulce se vuelve salado como el mar. Por eso, cuando movía mis labios y decia: "Murió", me sentia atravesada, despojada nuevamente, vacía, sin mérito. Alguien habia venido y había decretado: "Despójen a esta mujer de cuatro quintas partes de su corazón." Y me habían despojado. Lo peor de todo es que ese saldo que ahora soy, esa quinta parte de mí misma en que me había convertido desdé hace 2 años, sigue teniendo conciencia y memoria, sin embargo, de su poquedad, de insignificación. Me queda una quinta parte de mis propósitos positivos, pero de mis proyectos, de mis buenas intenciones de ayudar a mi prójimo, pero la quinta parte de mi lucidez, alcanza para que yo me de cuenta de que no me sirve de nada si yo no hago algo al respecto.

La cosa es más que sencilla se acabó, no quise mirar el álbum fotográfico no queria recordar momentos bellos mucho menos queria verla muerta, porque sabia que me doleria más el recordar todo lo que había pasado durante los ultimos 2 años Que yo la viera y ella no a mí como solia mirarme. Que yo la tocara abrazara besara le dijera: "Te quiero mucho tia" y ella no. Que yo viviera y ella no. Ella es otra cosa, ayer fué el último día para verla, tenia que tener valor para despedirme de ella, imaginaba que ella caminaba junto con mi tio y mi abuela para que ambos me dieran un gesto. El último que pudiera recordar de los tres el cuál tube la dicha de recibir de ellos en vida. Lloro y me aferro a él. Como un niño se aferra a su juguete.

Entre ella y yo había mil recuerdos y anécdotas chuscas había comunicación amor de tia a sobrina o de madre a hija me atrevo a asegurar. Ahora mis labios se movieron para decir más que un discurso en el panteón más bien se movieron para decir: "La Tia Ángela partió al lugar dónde tarde que temprano debemos llegar, recordemosla con amor con cariño e ilusión, más no con rencor recordemos lo que dice la estrofa de un cantó al Señor nuestro Dios Hay que morir para vivir." Se que es dificíl el poder reponerse de un trago amargo como éste pero debemos de seguir adelante hasta siempre Tía Conchita .

Ya no sé como brotaban de mí las palabras es de un modo dificíl pararse en una tribuna en mi caso es diferente ya que tengo el valor suficiente para hacerlo, pero a decir unas palabras de despedida para decir adios a un ser querido es sumamente dificíl es la tercera vez que me quedo sin palabras, después de haber hablado en el sepelio de mi abuela y de mi tio hace 2 años, pero es aquí dónde valoramos más las cosas al menos yo lo veo de este modo al igual es aquí dónde vemos el verdadero valor y sentido de las palabras ignorando el que dirá la gente, éso me importa poco solo pedia respeto al dolor de los mios y a mí dolor.

viernes, 20 de enero de 2012

EL TIEMPO Y LA MADUREZ

El tiempo se va. aveces pienso que tendria que vivir apurada, sacarle el máximo partido a estos meses horas y días que me quedan de ocio por llamarlo de ese modo. Hoy en día, cualquiera puede decirme tal vez, después de escudriñar en aquellos vagos recuerdos de oradora triunfante: "Pero si tú todavía eres joven". Todavía ¿Cuántos años me quedan de esa palabra "todavía"? Lo pienso y medito y de alguna manera me entra el apuro, tengo la angustiante sensación de que la vida se me escapa de las manos, como si cuál llave de agua estubiera abierta desperdiciandose y yo no pudiera detener el despilfarro de está. Porque la vida en muchas ocasiones es (dinero, trabajo, suerte, amistad, salud,egoísmos, complicaciones), pero nadie me va a negar que cuando pensamos en la palabra tan famosa sí ésa Vida, cuando la decimos por ejemplo,"a que nos aferramos a la vida" quizás no la asimilamos a una palabra realmente concreta o, más atractiva, siento más que nada que la asimilamos con el Placer. Para mi que el placer no es más que la apuración, lo trágico de apuro de esos años que pasaron frente a mi y que yo por tonta ignoraba y ahora siento que me pesan. Aún así me quedan creo aún unos 3 años de poder realmente despegar, tengo muchos años aún por recorrer y conocer amistades, años que disfrutar de salud de estar en familia, de un rutinario o varios afanes, aún pienso que tengo una expectativa ante la vida ¿que tantos placeres tengo que vivir? Tengo tan solo 22 años y si soy joven muy joven pero aún con falta de madurez. Ahora dentro de 5 meses cumplire 23 y seré aún una joven mujer ateniense.

Cosa que para mí en lo particular significa que debo de aprovechar las oportunidades que están próximas a venirse. Comprendo que para muchos jóvenes al igual jovencitas como yo puede ser muy llamativo saber que es alguién experimentado (a) que vivió, que cambió nos hace la gran inocencia a la experiencia, pensamos que pensamos con la cabeza fria y los pies más que puestos sobre la tierra. Cuándo en realidad apenas empezamos a romper el cascaron para después aprender a caminar, correr, comer y posteriormente extender las alas para emprender el vuelo.

La madurez me queda muy claro que es la prudencia con la que el ser humano se gobierna y meditar más que nada cada proyecto e idea.

viernes, 13 de enero de 2012

LA HABITACIÓN NÚMERO 13

Habíamos llegado a nuestro destino, acompañado de aventuras emociones y cansancio; el calor se hacia presenté antes de entrar a la habitación número trece de aquél hotel; hicimos una parada por aquella avenida para de gustar un buen café.

Sinceramente nunca pensamos que nos tocaria tal número de cuarto, puesto que para muchos es considerado un día de mala suerte, al igual también un número cabalístico sin embargo venia a mi memoria el vago recuerdo de aquellas enseñanzas aprendidas en la secundaria sobre el taller de hoteleria que tomaba en ese entonces dónde al grupo que yo pertenecia nos habían dicho, que jamás encontrariamos una habitación o un piso con esté número ya que solian ocurrir las peores desgracias en ese piso o habitación.

Pero la vida nos había puesto en otras circunstancias en aquel cuarto, era realmente sorprendente el encontrar una habitación con tal número no quiero parecer superstuciosa ante estó, pero más bien en lugar de ser para mí un sitio en el que, quizás pudiera sentir miedo o pedir a la recepción que me diera otro cuarto en lugar de ése que se nos había destinado a pasar la noche, hay comenzaria la mayor de las bendiciones o la redacción de la segunda nota para el blogger llamado Mujer Ateniense, acompañada de risas y grandes proyectos por cumplir el viaje transformaria a una mujer en guerrera quién tomaria las riendas de su vida, apesar de la gran polémica desatada ante los fenomenos que quizás están por venir y con ello el ir forjando un nuevo carácter, acompañado de mil situaciones más ahora no solo su vida dependia de aquella habitación de cuatro paredes cuyo cuarto, anteriormente habia sido ya utilizado por otros desconocidos más ahora ya no sé encontraba navegando como un simple barco de vela sin dirección ni rumbo fijo. Ahora navegaba con un propósito el de querer forjar, aún más sus ideas y con ella seguir alimentando un críterio propio correspondiente a ésta ya no sentia el miedo ni la soledad por mirarlo, mucho menos enfrentarlo, habia dejado atrás el pensamiento inapropiado que corria desdé hace aproximadamente ya 5 años no recordaba quién había infundado tanto miedo sobre ella, ya habia perdido la cuenta del tiempo en el cuál habia vivido siendo cobarde, su cambio era decisivo su mirada ya no era la de una niña con el mundo color de rosa; más bien era de frialdad y seguridad ante lo que ahora defiende que es su dignidad.


martes, 3 de enero de 2012

EN LA PROFUNDIDAD DE LAS MONTAÑAS

Había comenzado un nuevo año y con ello me encontraba viajando, quizás si le hubiese comentado a alguién de la realización de mi salida a lo mejor me hubiera dicho que me deseaba un feliz viaje y con ello el pronto regresó a casa, miraba el horizonte descubierto ya había pasado por esos caminos años atrás; acompañada por mi familia quizás como suele pasar muy frecuentemente, pero tiempo antes hize un viaje adentrandome a lo profundo de ésas montañas, el frío que emanaba de éstas en ése momento me hacia temblar y con ello también el poder hechar de menos lo que yo en aquellos instantes estaria haciendo.

El aventurarme a una nueva aventura a inicios de éste año, me ponia a retrozeder el tiempo para ir deshilando de mis recuerdos mis malas y desafortunadas acciones y con estó reflexionar y darme cuenta de lo terriblemente egoísta que eh sido en todo esté tiempo, pensando únicamente en que yo tengo problemas sin mirar a mí alrededor mil personas más viviendo diferentes situaciónes y con ello también tropiezos acompañadas de caídas de las cuáles hay que aprender a levantarse.

En la profundidad de ésas montañas se encontraban, guardados mis más grandes deseos y secretos, los cuáles sé que no quedaran al descubierto, como suele pasar si los contamos a aquél incauto. Indudablemente las montañas guardan grandes misterios y secretos es impredecible saber cuántos hemos estado hay y confiado a estás nuestros deseos, lo que si es completamente cierto es que todos caminamos a una montaña y que tal vez habrá personas que nos dirán en el camino sigue a tú montaña, camina, sube, bajá y escala hasta llegar a la cumbre de ella, al igual también habrá gente incapacitada para alentarte a seguir adelante pero ahora que empieza un año nuevo y con esté uno o varios propósitos comprendo que yo recibí un año más no sólo para compartir alegrías o tristezas si no más bien para poder hacer de mi subida a la montaña algo a favor de una sociedad de jóvenes que cada día se encuentra más alejada del verdadero valor y sentido de vivir la vida, pero sobre todo hacer conciencia de que una Mujer Ateniense tiene que pelear como digna hija de los Dioses del olimpo, de la manera más serena y haciendo de sus virtudes algo imperegne sobre su vida entera.